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El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó este viernes que Washington no permitirá que la conducta “inestable” del presidente colombiano, Gustavo Petro, dañe los vínculos duraderos entre ambos países. Rubio destacó que el mandato de Petro concluirá pronto y subrayó la importancia de mantener la alianza estratégica construida a lo largo de décadas.
“No vamos a permitir que las declaraciones de un individuo inestable socaven nuestra relación. Esta es una cooperación muy valiosa, una asociación estratégica que hemos cultivado con mucho esfuerzo, y no dejaremos que se derrumbe por culpa de una sola persona”, declaró Rubio durante su rueda de prensa de fin de año.
El funcionario estadounidense señaló que EE.UU. no permitirá que los lazos con Colombia se vean comprometidos por las críticas de Petro, quien en los últimos meses ha tenido intercambios tensos con el expresidente Donald Trump en relación con la agresiva campaña antidrogas estadounidense en el Caribe.
Rubio expresó su esperanza de que, en el futuro, se pueda establecer una relación más cooperativa con Petro, pero destacó que la relación bilateral se mantendrá sólida independientemente de la situación actual.
Mirando hacia el futuro
El secretario recordó que tras las elecciones del próximo año habrá un nuevo presidente en Colombia y que Estados Unidos espera colaborar de manera más constructiva con quien suceda a Petro, decisión que dependerá del voto de los ciudadanos colombianos.
“Lamentablemente, Petro no es muy consistente en sus declaraciones”, comentó Rubio, antes de resaltar la relevancia de la relación comercial, diplomática y militar con uno de los principales aliados de Estados Unidos.
Estas declaraciones se producen en un momento de tensión entre ambos países, tras el despliegue militar estadounidense en el Caribe como parte de la campaña antidrogas, que ha implicado la destrucción de más de 30 embarcaciones sospechosas de transportar drogas y la muerte de más de 100 personas.
La semana pasada, Trump advirtió a Petro que sería “el siguiente” tras la presión de su Gobierno sobre el presidente venezolano Nicolás Maduro. Además, la Administración estadounidense retiró a Colombia en septiembre de la lista de países colaboradores en la lucha contra las drogas y sancionó al mandatario colombiano, acusándolo de ser un “líder del narcotráfico”.
