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Representantes de derechos humanos han manifestado su condena por la muerte de dos reclusos bajo custodia de la Policía Nacional. Las víctimas, identificadas como Virgilio Almanzar y Eugenio Torres, fallecieron en circunstancias que han suscitado gran preocupación y controversia.
Según los informes, Wellington Reyes, conocido como Welin, murió mientras estaba detenido en una comisaría de San José de Ocoa. Diego Pesqueira, portavoz de la Policía Nacional, ha afirmado que el fallecimiento de Reyes se debió a un paro cardiorrespiratorio y un edema agudo de pulmón, condiciones que, según él, no fueron provocadas por maltrato durante su detención. Pesqueira también destacó que la Policía Nacional aún no ha hallado evidencia que sugiera abuso físico.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) ha respaldado esta versión preliminar con los resultados de sus exámenes. Sin embargo, la duda persiste en la comunidad de derechos humanos, que demanda una investigación exhaustiva realizada por la Procuraduría General de la República para esclarecer las circunstancias exactas que rodearon estas muertes.
Welin había estado bajo custodia durante más de cinco días junto con otros tres individuos, acusados de la muerte de Erik Arias, un joven de 25 años, en un incidente ocurrido en la misma provincia. Los acusados estaban en proceso de recibir medidas de coerción cuando ocurrieron los decesos.
Esta situación ha generado un llamado urgente a la transparencia y a la protección de los derechos fundamentales de los detenidos, enfatizando la necesidad de una revisión imparcial por parte de las autoridades competentes.
