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Este jueves, Estados Unidos anunció la imposición de sanciones contra 16 funcionarios venezolanos vinculados al presidente Nicolás Maduro, en respuesta a su rol en la obstrucción de unas elecciones libres y justas en Venezuela. Esta medida llega más de un mes después de las disputadas elecciones presidenciales y poco después de la salida del país del candidato opositor Edmundo González, quien ha sido reconocido por EE.UU. como el vencedor legítimo de los comicios.
En un comunicado emitido el domingo, el secretario de Estado Antony Blinken señaló que la salida de González se debe a las medidas antidemocráticas implementadas por Maduro y sus aliados contra el pueblo venezolano. «La represión continua de Maduro contra líderes opositores como González Urrutia demuestra la falta de compromiso del régimen con la democracia», afirmó Blinken.
Las sanciones impuestas por EE.UU. están dirigidas a altos funcionarios del Consejo Nacional Electoral (CNE) y del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), quienes, según el Departamento del Tesoro, fueron responsables de impedir un proceso electoral transparente y de manipular los resultados. Además, las sanciones abarcan a varios funcionarios militares, de inteligencia y gubernamentales que han intensificado la represión mediante intimidación, detenciones arbitrarias y censura.
Estas medidas también incluyen nuevas restricciones de visado para numerosos funcionarios vinculados al régimen de Maduro, quienes han sido señalados por su papel en la represión y en la obstrucción del proceso electoral. La administración estadounidense subraya que estas sanciones buscan presionar al gobierno venezolano para que respete los principios democráticos y permita un proceso electoral justo y transparente.
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