|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Una reciente investigación del Ministerio Público ha revelado una compleja red de corrupción en el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), orquestada durante la gestión de Hugo Beras. Esta operación, conocida como ‘Camaleón’, expone un esquema que favorecía a empresas de fachada con contratos millonarios.
Según las acusaciones, estas compañías cometieron serias irregularidades en el proceso de licitación, obteniendo contratos sin contar con la capacidad técnica necesaria. Se les encomendó, además, funciones clave de la institución, como la gestión de semáforos y sistemas de vigilancia.
El informe detalla cómo esta organización criminal operaba con la complicidad de funcionarios, exempleados y ciudadanos con antecedentes delictivos. Se reveló que el oferente favorecido era seleccionado incluso antes de que el proceso de licitación se publicara, evidenciando una manipulación deliberada del sistema. Hugo Beras, quien mantenía vínculos personales con implicados en el escándalo, permitió que se asignara el control de la red semafórica a una figura con un pasado de delitos relacionados con información confidencial.
Además, en junio de 2020, el Ministerio de Defensa firmó un contrato que otorgaba a los acusados acceso a información sensible del Estado, lo que les permitió introducir tecnología exclusiva para organismos de inteligencia y defensa. Este contrato fue utilizado para la importación ilegal de equipos, incluyendo modificaciones a armas de fuego registradas.
El expediente también señala que las autoridades involucradas ocultaron información crucial que podría haber detenido la licitación y desafiaron decisiones del órgano regulador que señalaban irregularidades graves en el proceso. Este caso ha sacado a la luz la necesidad urgente de reformar los procedimientos en el INTRANT para prevenir futuras corrupciones.
