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En Guayabal de Azua, la comunidad educativa ha tomado una postura firme en protesta debido a la paralización de la construcción del centro educativo local, que ha estado suspendida por más de una década. Padres, maestros y estudiantes han decidido no iniciar el año escolar mientras los trabajos de construcción no se reanuden y terminen de una vez por todas.
Desde el 2012, la comunidad ha estado afrontando la situación al recibir clases en casas alquiladas, una condición que consideran insostenible y indignante. Las familias y educadores de la localidad han expresado su frustración y preocupación, subrayando que el actual estado de las instalaciones educativas es inaceptable.
La presión de la comunidad aumenta, ya que los estudiantes continúan su formación en condiciones precarias, esperando que las autoridades gubernamentales actúen con urgencia para completar el centro educativo. La demanda principal de los residentes es que se acelere la finalización de los trabajos de construcción para garantizar un entorno de aprendizaje adecuado para todos los alumnos.
