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La situación educativa en Haití se enfrenta a desafíos alarmantes a días del inicio del curso académico, programado para el 1 de octubre. Save The Children ha emitido una advertencia sobre las aulas superpobladas y el cierre de numerosas escuelas, muchas de las cuales han sido convertidas en refugios para familias desplazadas por la violencia de bandas armadas.
Este año, alrededor de 600.000 personas han sido forzadas a abandonar sus hogares, lo que representa cerca del 5 % de la población del país. Las escuelas en regiones como el departamento Sur han visto un incremento significativo en el número de alumnos, superando los 80 estudiantes por aula, un número que duplica las recomendaciones educativas.
María Rosette, directora de una de las instituciones educativas apoyadas por ProDev, enfatiza las dificultades para proporcionar una educación de calidad bajo estas condiciones críticas. Además, resalta el impacto psicológico en los niños desplazados, quienes enfrentan traumas debido a la violencia y la inseguridad.
Padres, docentes y expertos han observado un aumento en la agresividad, el retraimiento y la angustia emocional entre los estudiantes, atribuibles a la prolongada exposición a situaciones de violencia, desnutrición y un futuro incierto. La comunidad educativa hace un llamado urgente a la acción para abordar esta crisis y garantizar un ambiente de aprendizaje seguro y saludable.
