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Nueva York, – El alcalde de Nueva York, Eric Adams, se encuentra en el centro de una crisis política tras la acusación de delitos federales relacionados con la posible aceptación de donaciones ilegales durante su campaña de 2021. Las investigaciones, que se centran en la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA), han llevado a la búsqueda de información sobre sus interacciones con varios países, incluidos Israel, China, Qatar, Corea del Sur y Uzbekistán.
Adams, quien se convertiría en el primer alcalde de la ciudad en ser acusado penalmente mientras está en el cargo, ha declarado su inocencia, calificando las acusaciones de «completamente falsas» y basadas en «mentiras». Sin embargo, la presión para que renuncie ha aumentado considerablemente. La representante Alexandria Ocasio-Cortez, junto a otros miembros del ala progresista del Partido Demócrata, ha solicitado su dimisión, argumentando que su permanencia en el cargo es insostenible para la gobernanza de la ciudad.
«Por el bien de la ciudad, debería renunciar», afirmó Ocasio-Cortez, tras la dimisión de varios altos funcionarios, incluido el comisionado de policía, Edward Caban. El contralor de Nueva York, Brad Lander, también se pronunció, indicando que el alcalde merece la presunción de inocencia, pero que su defensa de los graves cargos federales requiere una atención que compromete su capacidad para gobernar.
Mientras la ciudad se prepara para la Asamblea General de la ONU, los llamados a la renuncia de Adams se intensifican. El presidente del distrito de Manhattan, Scott Stringer, expresó que la lucha del alcalde no debe ser la de los neoyorquinos. «Su lucha no es nuestra lucha», dijo.
Algunos miembros del consejo municipal, como Oswald Feliz, aún sostienen que no ha llegado el momento de pedir la dimisión de Adams, mientras que otros, como Chi Ossé, exigen su salida inmediata, alegando que la falta de liderazgo está afectando gravemente a la ciudad.
Si Adams se ve obligado a renunciar, el defensor público de la ciudad, Jumaane Williams, asumiría el cargo y se vería obligado a convocar una elección en un plazo de 80 días.
La situación en el ayuntamiento ha sido inestable en las últimas semanas, con la renuncia de varios funcionarios clave, lo que ha generado preocupación sobre el liderazgo y la gobernabilidad en una ciudad que enfrenta numerosos desafíos.
A medida que la crisis se desarrolla, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, se ha mantenido en silencio sobre el asunto, dejando a muchos especulando sobre los próximos pasos a seguir.
