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La tercera sesión de la Asamblea Nacional Revisora, celebrada este lunes, se tornó en un escenario de intensas confrontaciones verbales, tras la aprobación de cambios a varios artículos de la Constitución dominicana.
El conflicto surgió entre miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y otros partidos políticos, centrado en el periodo electoral y la falta de directrices claras ante la renuncia del alcalde y la vicealcaldesa de La Vega. Este escenario generó preocupación, ya que el reglamento actual no contempla un procedimiento para estas situaciones.
Los asambleístas de la Fuerza del Pueblo (FP) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) malinterpretaron una propuesta presentada la semana pasada por la diputada perremeísta Olfany Méndez, similar a otra de su compañera Shoyara Suárez. Suárez había buscado que el presidente Luis Abinader pudiera nombrar un nuevo alcalde por decreto, aunque finalmente retiró su propuesta tras recibir críticas.
El vicepresidente de la Asamblea, Alfredo Pacheco, no tardó en responder a las acusaciones de la oposición, señalando que intentan confundir a la ciudadanía al afirmar que la propuesta había sido reintroducida. “Es triste ver a algunos asambleístas tratando de desinformar a la opinión pública”, declaró Pacheco, recordando que la propuesta de Méndez fue aprobada al inicio de la sesión.
Pacheco también instó a los miembros de la oposición a «atender a su cartón» para evitar confusiones, dirigiéndose específicamente a los diputados del PLD. Este intercambio provocó que el diputado Tobías Crespo solicitara un derecho a réplica, defendiendo su posición.
El debate escaló cuando Pacheco acusó al PLD de haber coartado la democracia en el pasado, contrastando con la libertad de expresión actual. A su vez, Crespo insistió en que los opositores sí están al tanto de sus responsabilidades, recordando que «para pelear se necesitan dos necios».
La sesión culminó con un llamado a la prudencia por parte del presidente de la Asamblea, Ricardo de los Santos, quien pidió a Crespo mantener el respeto en el debate. En un gesto de conciliación, Crespo finalmente se retractó de sus palabras.
Este enfrentamiento refleja las tensiones persistentes dentro del Congreso, en un momento crucial para la política dominicana.
