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El 14 de octubre, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llevó a cabo una reestructuración significativa en su cúpula militar, marcando la destitución de dos figuras prominentes en el área de inteligencia que habían estado en sus puestos durante la última década.
En un movimiento sorpresivo, el MG Iván Rafael Hernández Dala, al mando de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), y el GJ Gustavo Enrique González López, quien lideraba el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), fueron reemplazados.
Maduro, a pesar de su intención inicial, se vio forzado a realizar estos cambios. La designación del MG Javier Marcano Tábata, un militar considerado menos radical, en la DGCIM sugiere una apertura hacia Diosdado Cabello, quien busca recuperar su influencia en este organismo clave.
Este movimiento se asemeja a situaciones pasadas, como la sustitución del MG (Ej) Hugo Armando Carvajal Barrios, actualmente encarcelado en Estados Unidos.
Por otro lado, el presidente ratificó a los Generales en Jefe Vladimir Padrino López y Domingo Antonio Hernández Lárez en sus respectivas posiciones en el Ministerio de la Defensa y el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada (Ceofanb). Sin embargo, la incorporación del MG Alexis Rodríguez Cabello como nuevo líder del SEBIN, un organismo conocido por su papel en la represión, evidencia una consolidación del poder de Cabello en el ámbito de la inteligencia estatal.
