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China está tomando medidas drásticas para combatir su creciente crisis de natalidad y fertilidad. Después de décadas de políticas de control de la población, el gobierno chino ha comenzado a promover activamente la natalidad, implementando una serie de iniciativas destinadas a fomentar el matrimonio y la maternidad, en un intento por revertir la alarmante disminución de su población joven.
En los últimos siete años, la tasa de natalidad de China ha caído de manera constante, lo que ha generado preocupación entre los expertos sobre el futuro económico y social del país. Factores como el elevado costo de la vida, las presiones económicas y los cambios en la mentalidad de los jóvenes han llevado a una disminución notable en la decisión de formar familias y tener hijos.
Se estima que, para 2035, más del 30% de la población de China, unos 400 millones de personas, superarán los 60 años.
