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El expresidente y candidato republicano Donald Trump ha lanzado fuertes acusaciones contra el Partido Laborista británico, afirmando que está interfiriendo en las elecciones estadounidenses en favor de su oponente demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris.
En una declaración, la campaña de Trump anunció que ha presentado una demanda ante la Comisión Federal Electoral, argumentando que Harris y el partido del primer ministro británico, Keir Starmer, han participado en «contribuciones ilegales a campañas extranjeras e interferencia» en el proceso electoral estadounidense.
El equipo de Trump califica al Partido Laborista como una entidad de «extrema izquierda» que ha influido en las políticas y retórica de Harris, a la que consideran peligrosamente progresista. Además, acusan a esta formación de reclutar a miembros para que hagan campaña en estados clave para las elecciones.
«En dos semanas, los estadounidenses se alzarán nuevamente contra la opresión del gran gobierno que rechazamos en 1776», declaró Susie Wiles, portavoz de la campaña de Trump, aludiendo a la histórica independencia de Estados Unidos del Reino Unido.