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Los bloques legislativos de la Fuerza del Pueblo (FP) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) han decidido no asistir a la proclamación de la reciente modificación constitucional, la cuadragésima en su tipo, programada para este domingo por la Asamblea Nacional. Esta decisión fue anunciada el viernes, generando un amplio debate sobre las implicaciones de la reforma.
El diputado Gustavo Sánchez, vocero del PLD en la cámara baja, explicó que su ausencia se debe a compromisos internos de su partido, enfatizando que esto no implica un rechazo a la modificación aprobada el pasado 14 de octubre. «Valoramos la importancia de esta reforma para la estabilidad democrática del país», afirmó, añadiendo que sí se harán presentes en la lectura de los 278 artículos que conforman la nueva Carta Magna.
El PLD ha convocado una reunión de su comité central para el mismo día, en la que se elegirán nuevas autoridades para los próximos cuatro años. En este contexto, el vocero del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Amado Díaz, expresó su apoyo a la decisión de sus colegas, subrayando que su presencia en el acto sería fundamental para fortalecer la democracia.
Por otro lado, el diputado Danilo Díaz del PLD argumentó que no hay razones válidas para asistir al acto, considerando que la reforma no aborda problemas cruciales del país. «Es una modificación intrascendente que no resolverá los desafíos actuales ni futuros», declaró.
Desde la bancada de la FP, el diputado Rafael Castillo también se pronunció en contra, afirmando que no participarán en lo que él considera un «show» orquestado por el presidente Luis Abinader. Castillo aseguró que ningún miembro de la FP firmó el nuevo libro constitucional, reafirmando su postura de rechazo a la reforma.
Ambos partidos, FP y PLD, han mantenido una firme oposición a la modificación desde su presentación, alegando que no hay una necesidad real para su implementación. A pesar de la resistencia de los legisladores no oficialistas, la reforma fue aprobada por la mayoría del PRM y sus aliados, quienes controlan una significativa parte del Congreso Nacional.