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Agencia EFE
Washington, 30 oct (EFE).- La mitad de los posibles nuevos votantes en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre son de origen latino, una comunidad cada vez más presente en la clase política estadounidense. Este hecho suscita una pregunta: ¿falta mucho para ver a un latino en la Casa Blanca?
“Dado el crecimiento y la importancia del voto latino” y “a medida que más latinos son elegidos para el Congreso y el Senado de EE.UU., la lista de potenciales candidatos presidenciales no hace más que crecer”, afirma a EFE Matt A. Barreto, director del Proyecto de Derecho al Voto del Instituto de Política Latina de la Universidad de California (UCLA).
Según datos del Centro Pew, la mitad de los potenciales nuevos votantes en estos comicios es latino. Un total de 36,2 millones son elegibles para votar, cuatro millones más que en 2020. En 2024, los latinos representarán el 14,7 % de todos los votantes elegibles, frente al 13,6 % de 2020.
En los últimos años, se han visto a candidatos latinos postularse a la presidencia, con Julián Castro (demócrata) y Marco Rubio (republicano) como “los nombres más destacados”, aunque ambos abandonaron la carrera.
En una entrevista con EFE, el legislador hispano de mayor rango en el Congreso de EE.UU., Pete Aguilar, presidente del Caucus Demócrata de la Cámara baja, destacó: “Sé que veré a un presidente latino en mi vida. Espero tener la suerte de saber quién es y poder ayudarlo en el camino”.
Marco Davis, presidente y director ejecutivo del Instituto del Caucus Hispano del Congreso, cree que es una posibilidad “muy real”. “Dado el estado de la política presidencial, podría suceder muy pronto, ya que cada vez vemos más candidatos nuevos surgir rápidamente en el escenario nacional”, relata.
Davis señala que un candidato latino necesitaría atraer a una franja suficientemente amplia de su partido, más allá de su propia comunidad, para conseguir la nominación. “Que hayamos visto a Pete Aguilar ascender a un rol de liderazgo en la Cámara de Representantes, a Alex Padilla representar a un estado grande como California en el Senado y a Rubén Gallego hacer una candidatura creíble para el Senado en un estado clave como Arizona demuestra que nuestros líderes pueden llegar a un electorado diverso”, concluye.