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Washington D.C. – En una sorprendente vuelta a la política estadounidense, Donald Trump ha logrado un épico regreso a la Casa Blanca, derrotando a Kamala Harris en las elecciones presidenciales de 2024 con una victoria arrolladora.
El republicano, quien ganó la presidencia en 2016 y perdió en 2020, ha logrado ahora un triunfo decisivo, asegurando los votos electorales necesarios para regresar al poder.
Según las proyecciones, Trump se impuso de manera rápida en varios estados clave, incluidos Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y Wisconsin, lo que le permitió superar el umbral de los 270 votos electorales y alcanzar nuevamente la presidencia. Esta victoria se produce solo 100 días después de que Kamala Harris asumiera el liderazgo del Partido Demócrata, sustituyendo a Joe Biden como su candidato presidencial.
En su primer discurso como presidente electo, Trump celebró su victoria como un «triunfo para el pueblo estadounidense» y prometió que su gobierno trabajará para «hacer de nuevo grande a Estados Unidos». Rodeado de su familia y su compañero de fórmula, JD Vance, quien se perfila como futuro vicepresidente, Trump se dirigió a sus seguidores en un emotivo acto en Florida.
«Esta es una victoria para la gente que cree en el futuro de este país, para los que quieren un gobierno que trabaje para ustedes, no para las élites», afirmó Trump, mientras miles de simpatizantes celebraban en el auditorio. Vance, un influyente senador de Ohio, será su compañero de fórmula en un nuevo capítulo del Partido Republicano, que busca consolidarse como la opción de cambio ante los demócratas.
El regreso de Trump a la Casa Blanca marca un hito en la historia política de Estados Unidos, una nación profundamente dividida que ahora se enfrenta a un renovado liderazgo republicano. Tras un periodo de intensas divisiones internas y crisis, el exmandatario promete restaurar lo que considera los valores fundamentales de la nación, a la vez que avanza con la agenda que lo catapultó a la política en 2016: el nacionalismo económico, el fortalecimiento de las fronteras y una política exterior centrada en los intereses estadounidenses.
Con la victoria asegurada, Trump comienza ahora a preparar su transición al poder, mientras el país observa con expectativa lo que se avecina en el próximo mandato presidencial.