La aerolínea estadounidense de bajo costo Spirit Airlines ha presentado una solicitud de protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, en un intento por hacer frente a las crecientes pérdidas y una pesada carga de deudas derivada del impacto económico de la pandemia de coronavirus y un fallido intento de venta a JetBlue.
A través de un comunicado oficial, la compañía aseguró que sus operaciones seguirán con normalidad durante el proceso de reestructuración, y que los clientes podrán continuar reservando vuelos sin interrupciones. Spirit destacó que la reestructuración busca reducir significativamente su deuda, mejorar su flexibilidad financiera y posicionar a la aerolínea para un crecimiento sostenido en el futuro.
La aerolínea también manifestó que el proceso de bancarrota permitirá acelerar las inversiones en mejoras que beneficien a los pasajeros, brindando experiencias de viaje más satisfactorias. Sin embargo, este paso llega en un contexto complicado para la industria aérea, que todavía se está recuperando de los efectos de la crisis sanitaria global.