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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha solicitado al Gobierno de España que inicie los trámites para exhumar los restos del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, actualmente enterrado en el cementerio madrileño de El Pardo-Mingorrubio desde 1970.
Esta petición fue realizada el 25 de noviembre, coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fecha simbólica que recuerda el asesinato de las hermanas Mirabal, víctimas de la dictadura de Trujillo.
La ARMH considera que el patrimonio público español no debe ser utilizado para honrar a un dictador como Trujillo y exige que se inicie el proceso para eliminar su tumba, además de llevar a cabo una declaración institucional que condene el asesinato de las hermanas Mirabal y repudie públicamente a los responsables de estos crímenes.
En el cementerio de El Pardo-Mingorrubio, no solo descansan los restos de Trujillo, sino también los del dictador español Francisco Franco, exhumado en 2019, y el de Fulgencio Batista, el dictador cubano derrocado por la revolución de Fidel Castro.
Trujillo fue enterrado en un mausoleo de mármol negro con la inscripción «Familia Trujillo» tras su asesinato en 1961 y un largo proceso de traslado de su cadáver por diversas ciudades antes de ser finalmente sepultado en Madrid junto a su hijo Ramfis. La ARMH destaca la necesidad de que el Gobierno español se pronuncie y tome medidas para erradicar este símbolo de la dictadura en un cementerio de propiedad pública.
