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El merengue, considerado un símbolo de la identidad cultural de la República Dominicana, ha trascendido generaciones y fronteras, consolidándose como un género musical con profunda raíz en la historia de este país. Originario del siglo XIX, el merengue no solo ha sido un pilar de la vida social de los dominicanos, sino que también se ha diversificado y adaptado con el paso del tiempo, fusionando influencias de diversas culturas para mantenerse vigente y relevante.
Un Género con Raíces Profundas
Este ritmo contagiante y alegre tiene sus orígenes en las tradiciones musicales autóctonas de la República Dominicana, pero, a lo largo de los años, ha incorporado influencias europeas, africanas e indígenas. Instrumentos como la guitarra, la tambora, la guira y el acordeón dieron forma a sus primeras versiones, mientras que más tarde, el piano y el bajo profundizaron su riqueza sonora.
A pesar de ser considerado un símbolo de la cultura dominicana, el merengue fue objeto de controversias en sus primeros años. En el siglo XIX, el presidente Ulises Francisco Espaillat promovió una campaña en contra del género, considerándolo «anti patriótico» debido a sus letras subidas de tono y sus coreografías sensuales. Sin embargo, su intento de desacreditarlo fue en vano, ya que el merengue ya había calado hondo en las provincias del Cibao, donde nació, y pronto se expandió por todo el país.
Merengue Folclórico vs. Merengue de Salón
Con el tiempo, el merengue se fue diversificando en dos vertientes: el merengue folclórico o típico, tradicional de las zonas rurales, especialmente del Cibao, y el merengue de salón, una variante más sofisticada y orquestada que floreció en los centros urbanos. Este último, también conocido como «merengue de orquesta», adoptó influencias de las grandes bandas de jazz, manteniendo su rítmica original pero con una producción más elaborada. Durante su auge en la década de 1950, orquestas como Santa Cecilia y San José, así como artistas como Luis María Frómeta (Billo Frómeta) y Luis Albertí, marcaron la pauta de este estilo.
Los Artistas que Llevaron el Merengue al Mundo
A lo largo de las décadas, el merengue se ha consolidado como un fenómeno internacional, con una serie de artistas dominicanos que lo han llevado a los escenarios del mundo. Figuras como Johnny Ventura, Wilfrido Vargas, Juan Luis Guerra, Fernando Villalona y Alex Bueno, entre otros, han sido los encargados de mantener viva la esencia del género, mientras lo adaptaban a los nuevos tiempos.
En los últimos años, el merengue ha experimentado una nueva ola de popularidad gracias a la incursión de artistas de géneros urbanos como Karol G, Manuel Turizo y Zion, quienes han fusionado el merengue con reguetón y otros estilos contemporáneos, alcanzando audiencias globales y logrando éxitos internacionales.
Reconocimiento Internacional y Récords Mundiales
En 2016, la Unesco reconoció al merengue como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un logro que no solo subraya su importancia cultural para la República Dominicana, sino también su impacto global. Este reconocimiento llegó en un momento culminante para el género, que en 2019 rompió un récord mundial al lograr que 422 parejas bailaran merengue simultáneamente en la Plaza España de Santo Domingo, obteniendo así un lugar en el Guinness World Records.
Un Futuro Promisor para el Merengue
El merengue continúa evolucionando, abrazando nuevas fusiones y adaptándose a los gustos musicales de las nuevas generaciones. Su capacidad de reinventarse y su influencia en el mundo de la música internacional aseguran que seguirá siendo un elemento esencial de la cultura dominicana. La contribución de artistas urbanos y su expansión en mercados globales destacan la vigencia de este género que, a pesar de su antigüedad, sigue siendo una bandera de orgullo para los dominicanos y un puente cultural entre generaciones y naciones.
El merengue sigue demostrando que, más que un simple género musical, es una manifestación viva de la identidad dominicana que nunca deja de bailar al ritmo de la historia.
