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La famosa Mafalda, la icónica niña creada por el caricaturista argentino Quino, ha llegado a la sede de la ONU en Nueva York en una imponente escultura, marcando un hito en su legado de 60 años. La figura, que fue esculpida por el artista Pablo Irrang, fue recibida con gran ceremonial, simbolizando el poder de la reflexión universal que ha caracterizado a esta pequeña protagonista de las historietas.
La escultura, que arribó desde Buenos Aires especialmente para la ocasión, fue colocada en un espacio destacado de la sede de la ONU, donde fue reconocida con una «credencial de intérprete», una distinción simbólica que resalta su capacidad para comunicar mensajes profundos y universales sobre un mundo a menudo marcado por la insensatez.
Durante su visita, Mafalda compartió protagonismo con la famosa escultura No violencia, la emblemática pistola con el cañón anudado creada por el artista sueco Carl Fredrik Reuterswärd. Juntas, ambas obras generaron un considerable revuelo entre los visitantes y el personal de la ONU, destacando el poder de las representaciones visuales en la transmisión de mensajes de paz y reflexión.
El impacto de Mafalda no se detuvo allí: el lunes, la figura fue parte de la ceremonia de los Premios Emmy Internacional en Nueva York, una muestra más de su trascendencia cultural en distintos escenarios del mundo. Su presencia en estos eventos reafirma la vigencia de su mirada crítica y su influencia en generaciones de todo el mundo.
Con esta visita, Mafalda continúa marcando su huella en la historia, demostrando que, aún seis décadas después de su creación, sus observaciones sobre el mundo siguen siendo tan pertinentes como en sus primeros días. Un verdadero símbolo de cómo las pequeñas grandes reflexiones pueden trascender fronteras, tocando corazones y mentes a nivel global.
