Santo Domingo, RD.- Lo que antes era uno de los eventos de compras más esperados del año, el Black Friday en República Dominicana ha perdido gran parte de su atractivo. En años recientes, el fervor por las grandes rebajas y las largas filas frente a los centros comerciales ha disminuido considerablemente, dejando al Viernes Negro con expectativas de ventas más moderadas.

Declive de la euforia por las ofertas

Hace solo unos años, el Black Friday era considerado un hito en el comercio, comparado solo con la temporada navideña en cuanto a volumen de ventas. Las campañas publicitarias eran intensas, con anuncios a través de todos los medios posibles: desde periódicos y televisión hasta las redes sociales. Esto provocaba que miles de consumidores se alinearan frente a las tiendas desde las primeras horas de la madrugada, listos para aprovechar las supuestas rebajas.

Sin embargo, las ofertas ya no son lo que eran. La publicidad engañosa y las promociones falsas han hecho que muchos compradores se sientan decepcionados. Proconsumidor, la entidad encargada de proteger los derechos de los consumidores en el país, ha sido clave en desmentir las ofertas fraudulentas. Desde el 2019, la institución ha implementado operativos para monitorear las prácticas comerciales durante este evento, alertando a los consumidores sobre las tácticas de publicidad engañosa.

Intervención de proconsumidor: Más de 900 quejas en 2022

Proconsumidor ha sido claro en su advertencia sobre las irregularidades durante el Black Friday. En 2022, la institución recibió más de 900 denuncias de consumidores que alegaban haber sido engañados por ofertas que no cumplían lo prometido. A diferencia de 2021, donde se reportaron solo 8 quejas, la cifra muestra una tendencia creciente de desconfianza hacia las promociones de este evento.

El director de Proconsumidor, Eddy Alcántara, ha resaltado que la entidad no solo se limita a recibir quejas, sino que también promueve campañas de educación para informar a la población sobre sus derechos como consumidores. Para el Black Friday de 2023, se realizaron operativos preventivos desde el mes de noviembre, con el objetivo de evitar engaños y asegurar que las ofertas fueran legítimas.

Un evento en evolución: De las tiendas físicas a las compras online

El Black Friday tiene sus orígenes en los Estados Unidos, donde se celebraba como el día después de Acción de Gracias con grandes descuentos en tiendas físicas. Con el paso de los años, el evento se extendió a las compras en línea, donde las ofertas ahora abarcan una variedad aún mayor de productos. En República Dominicana, este cambio también se ha notado, con un crecimiento de las promociones digitales a través de plataformas como Instagram, Facebook y sitios web de tiendas locales e internacionales.

Además, el fenómeno del Cyber Monday, el lunes posterior al Black Friday, ha ganado popularidad, ofreciendo una nueva oportunidad para los compradores que prefieren evitar las multitudes y hacer sus compras desde la comodidad de sus hogares.

El declive de las ofertas en RD: ¿Cambio en el comportamiento del consumidor?

En República Dominicana, el Black Friday comenzó a celebrarse con fuerza en 2012, cuando las tiendas locales comenzaron a ofrecer descuentos agresivos que atraían a multitudes. No obstante, con el paso del tiempo, la emoción que rodeaba esta fecha ha ido desapareciendo. Muchos consumidores han dejado de confiar en las ofertas de «rebajas de hasta un 75%», debido a la percepción de que los descuentos son poco reales y están inflados para parecer más atractivos de lo que realmente son.

Hoy en día, el evento ya no genera el mismo frenesí. El pago de la quincena y la proximidad del doble sueldo parecen haber desviado la atención de los compradores, quienes ahora son más cautelosos a la hora de gastar. Aunque algunas tiendas todavía intentan ofrecer promociones, el interés general parece haberse desvanecido.

 Un Black Friday menos atractivo

El Black Friday en República Dominicana ha perdido la magia de antaño, debido en gran parte a las prácticas engañosas y la falta de transparencia en las ofertas. La desconfianza de los consumidores, junto con la evolución de las compras en línea y el aumento de la competencia, ha transformado este evento de compras en una actividad menos emocionante para muchos. Sin embargo, aún queda espacio para que las empresas y los consumidores encuentren formas de hacer de este día una experiencia de compra más confiable y gratificante.