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Seúl.— El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, anunció este martes la implementación de la ley marcial de emergencia en un discurso televisado, citando la necesidad de «proteger el orden constitucional» y combatir actividades «antiestatales». La decisión fue tomada en medio de crecientes tensiones políticas entre el gobierno y la oposición, especialmente tras las recientes acciones del principal bloque opositor, el Partido Democrático (PD).
Yoon acusó al PD de ser una «fuerza pronorcoreana» y de amenazar la estabilidad del país, al aprobar en la Asamblea Nacional un paquete de presupuestos para 2025 sin el apoyo del Partido del Poder Popular (PPP), su formación política, y sin consenso político. Entre las medidas aprobadas por la oposición, se destacan recortes significativos en el presupuesto y mociones para destituir a importantes figuras del gobierno, incluido el fiscal general y el responsable de la Junta de Auditoría e Inspección, encargada de supervisar la administración pública.
En su declaración, Yoon explicó que la ley marcial de emergencia se implementaba para «salvaguardar una Corea del Sur liberal frente a las amenazas de las fuerzas comunistas de Corea del Norte» y «eliminar a los elementos antiestatales». La ley marcial otorga al gobierno mayores poderes para intervenir en el orden público y tomar medidas drásticas contra quienes se perciban como amenazas al orden constitucional y la seguridad nacional.
La decisión ha causado alarma y controversia tanto a nivel nacional como internacional. La ley marcial de emergencia, un mecanismo extremo en tiempos de crisis, ha sido vista por muchos como una respuesta desproporcionada a las disputas políticas internas. Además, ha generado temores sobre la erosión de las libertades democráticas en el país.
En las últimas semanas, las tensiones entre el ejecutivo y el legislativo surcoreanos han aumentado considerablemente, con el PD acusando a Yoon de autoritarismo y de utilizar el poder presidencial para suprimir la oposición política. Por otro lado, el presidente y su partido han sostenido que están defendiendo el orden constitucional y la seguridad nacional ante lo que consideran una amenaza interna, apoyada por fuerzas extranjeras hostiles, principalmente de Corea del Norte.
La situación sigue siendo fluida, y se esperan protestas en las próximas horas a medida que la ley marcial se implemente en todo el país. La comunidad internacional, especialmente los aliados de Corea del Sur como Estados Unidos, observa de cerca los desarrollos, preocupada por las posibles implicaciones para la democracia y la estabilidad de la región.