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No se veía tanto revuelo en Navidad desde lo de la famosa teta de Sabrina. La fiebre por un nuevo fenómeno viral ha tomado por sorpresa a todos, especialmente en Barcelona, donde los peluches-llavero labubu han desatado una locura sin precedentes. Las colas kilométricas frente a las tiendas que venden estos adorables muñecos son cada vez más largas, con fanáticos dispuestos a esperar hasta seis horas para poder «posturear» con el codiciado accesorio.
Este pequeño peluche se ha convertido en el nuevo objeto de deseo entre los influencers y las celebridades, quienes lo llevan colgando de sus bolsos como si fuera una pieza exclusiva de marca. Las redes sociales, como TikTok, han sido clave para propagar su popularidad, acumulando millones de visualizaciones. No es difícil ver cómo madres de veinteañeros ya conocen su nombre de memoria: labubu.
Claudia, una de las muchas que se sumaron a la fiebre de los peluches, salió de una tienda Pop Mart con su labubu en mano, mientras una interminable cola se formaba en el fondo. Lo que antes parecía una moda pasajera se ha convertido en una verdadera obsesión, tanto en las calles como en las plataformas digitales.
