París. – El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este jueves que cumplirá su mandato hasta 2027, a pesar de la reciente crisis política desatada por la destitución de su primer ministro, Michel Barnier. En un mensaje decidido a la nación, Macron afirmó que designará a un nuevo primer ministro en los próximos días, tras la dimisión de Barnier, quien enfrentó una histórica moción de censura en la Asamblea Nacional.

Macron, visiblemente combativo tras la remoción de Barnier, señaló que la caída de su gobierno fue consecuencia de las maniobras de la extrema derecha y extrema izquierda, a quienes acusó de fomentar el caos en la política francesa. «Han optado por el desorden en lugar de por la acción», declaró el mandatario. El presidente también subrayó que no permitirá que otros carguen con las consecuencias de lo que consideró «irresponsabilidad política».

La moción de censura, que obtuvo 331 votos a favor en la Asamblea Nacional, ha dejado a Francia sin un gobierno efectivo y con un mandato que se convirtió en el más corto de la historia reciente del país. Con ello, la presión sobre Macron ha aumentado, y varios sectores de la oposición, incluyendo figuras clave de la extrema derecha y extrema izquierda, han solicitado su dimisión.

A pesar de las demandas de renuncia, el presidente francés rechazó cualquier posibilidad de adelantar nuevas elecciones legislativas, recordando que la Constitución de la Quinta República no obliga a su dimisión en estos casos.

La urgente necesidad de un nuevo líder

El nombramiento de un sucesor para Barnier se presenta como un desafío crucial para Macron, quien ahora debe encontrar un primer ministro que pueda gestionar un gobierno en minoría, sin el respaldo de una mayoría en la Asamblea Nacional. La presidenta de la Asamblea, Yaël Braun-Pivet, instó al presidente a actuar con rapidez: “Es vital que el presidente nombre a un nuevo primer ministro pronto, para garantizar la estabilidad y avanzar con la agenda legislativa, especialmente en lo que respecta al presupuesto”.

Aunque no se ha anunciado oficialmente el nombre del reemplazo, varios medios han especulado sobre posibles candidatos centristas que podrían tener el apoyo tanto de la coalición de Macron como de la oposición. No obstante, la incertidumbre persiste, ya que los retrasos en decisiones clave, como el nombramiento de Barnier meses después de las elecciones de junio, han generado dudas sobre la rapidez de la acción del presidente.

Crisis y llamados a la renuncia

La crisis política que atraviesa Francia ha avivado las tensiones internas. Desde el voto de censura, tanto el líder de la extrema izquierda, Manuel Bompard, como la líder del partido de extrema derecha Agrupación Nacional, Marine Le Pen, han expresado su descontento con la gestión de Macron. Bompard fue rotundo al afirmar que «la estabilidad del país requiere la salida de Macron», mientras que Le Pen advirtió que la presión sobre el presidente «aumentará con el tiempo».

Sin embargo, Macron ha desestimado estas peticiones, manteniendo firme su postura de no adelantar nuevas elecciones. La clave, según el presidente, es encontrar rápidamente un nuevo primer ministro que pueda estabilizar la situación y garantizar la gobernabilidad en un panorama político fragmentado.