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Madrid.– El dirigente opositor Edmundo González Urrutia, quien encabeza la resistencia al régimen de Nicolás Maduro, afirmó este martes que se ve «asumiendo el cargo para el que fui votado por la mayoría de los venezolanos», en un acto celebrado en Madrid, al que se unió telemáticamente María Corina Machado. La cita se da a un mes de la fecha prevista para la asunción del presidente electo en Venezuela, en medio de un creciente clamor contra lo que los opositores consideran un «régimen criminal».
González Urrutia, quien sigue sosteniendo que es el verdadero ganador de las elecciones presidenciales, destacó que el régimen de Maduro ha violado los derechos de los venezolanos al desconocer el resultado de los comicios. Además, mostró actas que, según asegura, confirmaría su victoria. Aseguró que, a pesar de los riesgos, no teme regresar a Venezuela para asumir la presidencia, subrayando que «con miedo no se va a la guerra».
El líder opositor, exiliado en España y asilado tras denunciar fraude electoral, indicó que el gobierno de Maduro sigue sin mostrar voluntad de acatar la voluntad popular. Aun así, González Urrutia destacó que la oposición mantiene su disposición para facilitar una transición pacífica, sin perder de vista la necesidad de ejercer presión internacional para concretar el cambio que los venezolanos ya han decidido.
María Corina Machado, desde Venezuela, intervino en el acto destacando que el régimen de Maduro se encuentra en una «fase terminal» y advirtió sobre el «peligroso, brutal e irracional» comportamiento del gobierno, que muestra signos de «desesperación». La líder de Vente Venezuela consideró que el 10 de enero será un día crucial para Venezuela, ya que el régimen tiene dos opciones: aceptar la negociación y dar paso a la transición o continuar con la represión, lo que incrementaría la presión interna e internacional.
Machado también criticó a quienes se mantienen «equidistantes» sobre el conflicto en Venezuela, asegurando que, con su postura, «se colocan del lado del mal». Asimismo, destacó que la administración de Donald Trump podría jugar un papel clave en el apoyo a la oposición, dada su clara postura contra los regímenes de Maduro, Cuba y Nicaragua.
En el Día Internacional de los Derechos Humanos, González Urrutia, en su calidad de «presidente electo» según la oposición, denunció la comisión de «crímenes de lesa humanidad» en Venezuela. Recordó que más de 17.000 personas han sido encarceladas por razones políticas en la última década y que, tras las elecciones de julio, se ha incrementado la represión, con más de 1.900 presos políticos, entre ellos 42 adolescentes y 245 mujeres.
La oposición también se refirió al asedio sufrido por la embajada argentina en Caracas, donde se han refugiado varios colaboradores de Machado. Este hecho, según Machado, podría ser considerado un «acto de guerra» y una violación «flagrante» del derecho al asilo.
Los opositores aseguraron que la transición en Venezuela debe ser impulsada con el respaldo de las democracias internacionales, enfatizando que la salida de Maduro es una necesidad para recuperar la democracia y la libertad en el país.