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En un lamentable suceso ocurrido la tarde del lunes, un minibús de transporte público fue atacado a balazos en la Carretera Nacional número 1, cerca de Délugé, en el Departamento Artibonito, Haití. El vehículo transportaba a 18 pasajeros, de los cuales resultaron muertos al menos ocho personas.
El minibús, que realizaba la ruta entre Saint-Marc y Puerto Príncipe, se volcó tras el ataque, dejando a la mayoría de los sobrevivientes con heridas graves. Solo dos personas resultaron levemente heridas. Murat Augustin, presidente del Sindicato de Conductores y Propietarios de Vehículos de Bas Artibonito (SCPVBA), expresó su consternación ante la tragedia, calificando los daños humanos como «deplorables».
Este ataque se produce en un contexto de creciente inseguridad en la región, donde las pandillas han intensificado sus actividades delictivas. Según reportes de Le Nouvelliste, la Carretera Nacional número 1 ha sido un punto crítico de violencia y extorsión por parte de grupos criminales, que operan incluso con peajes ilegales.
El ataque se da un día después de una masacre en Cité Soleil, donde más de 180 personas, en su mayoría mayores de 60 años, fueron asesinadas por una pandilla. En respuesta a la creciente violencia, la Misión de Seguridad y la Policía de Haití han intensificado sus operaciones, recuperando recientemente la segunda comisaría de Artibonito tras un intenso tiroteo con pandilleros.
Las autoridades han trasladado a los heridos al hospital Pierre Payen, mientras la comunidad llora la pérdida de vidas en un país que enfrenta una crisis de seguridad sin precedentes. La situación en Haití sigue siendo crítica, y la población clama por medidas efectivas que garanticen su seguridad y bienestar.
