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En un giro inesperado de los acontecimientos políticos, el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, no acudió este domingo a un interrogatorio programado con la Fiscalía, que lo investiga por haber decretado la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
El equipo encargado de la investigación había enviado una citación a Yoon el 11 de diciembre, solicitando su presencia en la sede de la Fiscalía del Distrito Central de Seúl. Sin embargo, el mandatario no se presentó, lo que ha generado una gran expectación en el país. Los fiscales confirmaron que la Oficina Presidencial recibió la convocatoria y han anunciado que enviarán una segunda citación mañana lunes.
Cabe destacar que Yoon fue destituido por el Parlamento el sábado, en respuesta a su decisión de declarar el estado de excepción. Además, se le ha prohibido salir del país, al igual que a otros miembros de su Gabinete, incluyendo al exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, quien se encuentra en prisión preventiva.
Las investigaciones se centran en presuntos delitos de amotinamiento, abuso de poder e insurrección, siendo este último el más grave. En caso de ser hallado culpable, Yoon podría enfrentar severas consecuencias legales, ya que la inmunidad presidencial no se aplica en casos de insurrección, que pueden conllevar penas de cadena perpetua o incluso la pena de muerte, aunque esta última ha estado en moratoria en Corea del Sur desde 1997.
La situación sigue desarrollándose y se espera que las próximas acciones de la Fiscalía marquen un hito en la política surcoreana.
