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Mañana, el Tribunal de Aviñón se prepara para recibir a Dominique Pelicot y a otros 50 acusados en un caso que ha conmocionado a Francia y al mundo. Todos ellos están acusados de haber violado a Gisèle Pelicot durante una década, bajo los efectos de somníferos administrados por su exmarido, Dominique. Este juicio, que ha sido celebrado a puerta abierta desde septiembre por deseo expreso de Gisèle, busca cambiar la narrativa de la vergüenza hacia los agresores.
Se espera que mañana sea la última oportunidad para que los acusados presenten su declaración antes del veredicto, programado para el jueves 19. Aunque se desconoce cuántos de ellos optarán por hablar, se especula que muchos prefieran permanecer en silencio en este inaudito proceso. La Fiscalía ha solicitado penas que oscilan entre 4 y 20 años de prisión, siendo la pena máxima requerida para Dominique Pelicot, quien actualmente tiene 72 años.
El juicio ha atraído un gran interés mediático, y la mayoría de los acusados, con edades entre 27 y 74 años, han adoptado posturas que van desde la negación de los hechos hasta la justificación de sus acciones, alegando que contaban con el permiso de Dominique para abusar de su esposa. Este caso ha puesto en el centro del debate la noción de consentimiento, un tema que ha generado controversia entre juristas, políticos y asociaciones feministas en Francia.
Dominique Pelicot, quien ya se ha reconocido como violador durante el proceso, ha intentado justificar sus acciones al afirmar que sufrió abusos en su infancia. Sin embargo, los expertos psicológicos lo han descrito como «manipulador», «mentiroso» y «perverso». Por su parte, Gisèle Pelicot se ha convertido en un símbolo del combate feminista, afirmando que las heridas de una década de abusos «nunca se cerrarán».
Los hijos de Gisèle y Dominique, David, Caroline y Florian, han respaldado a su madre durante el juicio, criticando duramente a su padre. Caroline incluso ha revelado que también sufrió abusos por parte de Dominique. Los hechos que se juzgan ocurrieron entre julio de 2011 y octubre de 2020, primero en la región parisina y luego en su hogar en Mazan, cerca de Aviñón.
El caso se destapó en septiembre de 2020, cuando Dominique fue detenido por grabar a mujeres en un supermercado, lo que llevó a los investigadores a descubrir miles de vídeos y fotos que documentaban las violaciones a las que sometió a Gisèle. Además, el principal acusado enfrenta otros dos casos de violencia de género, incluyendo un caso de violación y asesinato en 1991.
Mañana, todos los ojos estarán puestos en el Tribunal de Aviñón, donde se espera que se den nuevos giros en este impactante caso.
