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Este martes, el candidato opositor venezolano Edmundo González ha hecho un llamado a la comunidad internacional desde el Parlamento Europeo, donde ha reivindicado su triunfo en las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela. En un emotivo discurso, González defendió la necesidad de avanzar hacia un camino democrático en su país, a pocas semanas de la toma de posesión del nuevo presidente, Nicolás Maduro, quien se prepara para iniciar un nuevo mandato el 10 de enero, a pesar de no haber presentado pruebas de su victoria electoral.
Durante la ceremonia en Estrasburgo, donde recibió el prestigioso premio Sájarov a la Libertad de Conciencia 2024, junto a la líder opositora María Corina Machado, González destacó que, a pesar de «la claridad del mandato soberano y popular» que los venezolanos han expresado, el régimen de Maduro «ignora abiertamente» los resultados electorales. El veterano diplomático, quien se convirtió en candidato de unidad de la oposición tras el apartamiento de Machado de la carrera electoral, subrayó que los venezolanos son conscientes de que enfrentan un «régimen que menoscaba gravemente los Derechos Humanos y las instituciones democráticas».
González, quien se encuentra exiliado en Madrid desde septiembre, aseguró que «más temprano que tarde», Venezuela «retomará el rumbo y dirección que marcó el pueblo venezolano». En su intervención, instó a los ciudadanos a avanzar en el camino de la libertad, la democracia y el acuerdo, enfatizando que «ningún gobierno basado en la violencia puede esperar gobernar con estabilidad».
El candidato opositor reiteró su «compromiso personal» de «tender la mano a todos aquellos que estén dispuestos a tomar partido para avanzar en este camino de concordia y unidad nacional». Además, destacó que el premio otorgado por la Eurocámara «refuerza ese compromiso» y lo une a «los demócratas del mundo», concluyendo con un mensaje de unidad: «Hoy más que nunca nos necesitamos mutuamente».
Con su discurso en castellano, inglés y francés, Edmundo González ha dejado claro que la lucha por la democracia en Venezuela sigue viva y que la comunidad internacional juega un papel crucial en este proceso.