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Presidente destituido de Corea del Sur podría ser arrestado por no acudir a citación

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En un giro inesperado de los acontecimientos políticos en Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, el presidente destituido por el Parlamento, no se presentó este miércoles a un interrogatorio convocado por la Oficina para las Investigaciones de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO). La investigación se centra en su polémica decisión de declarar la ley marcial el pasado 3 de diciembre, en un contexto de alegadas amenazas a la democracia.

El equipo conjunto de investigación, que incluye a la policía y al Ministerio de Defensa, había citado a Yoon para comparecer en la sede del CIO en Gwacheon, al sur de Seúl. Sin embargo, el mandatario no asistió, marcando este como el segundo caso en el que evita un interrogatorio, ya que el pasado domingo también ignoró una citación de la Fiscalía surcoreana, que lo investiga por los mismos hechos.

La Fiscalía ha advertido que, si Yoon no se presenta antes del 21 de diciembre, podría solicitar una orden de arresto. Por su parte, el CIO está considerando emitir una segunda citación y no descarta la posibilidad de solicitar una orden de arresto, aunque esta medida generalmente corresponde a los fiscales.

La situación se complica aún más para Yoon, quien fue destituido el sábado pasado por el Parlamento con una votación de 204 a favor y 85 en contra. La moción de juicio político fue impulsada por el creciente descontento público y las masivas protestas en su contra, así como por el desplome de su popularidad, que ha alcanzado niveles históricamente bajos.

Mientras tanto, el Tribunal Constitucional surcoreano tiene la responsabilidad de decidir el futuro político de Yoon. Este organismo ha solicitado respuestas por escrito al ex presidente sobre su declaración de la ley marcial, las cuales deben ser enviadas antes del 23 de diciembre. La corte tiene un plazo de hasta 180 días para ratificar su destitución o restaurar sus poderes. En caso de confirmarse su remoción, se deberá convocar a elecciones nacionales en un plazo de 60 días, durante el cual el primer ministro Han Duck-soo asumirá el cargo de presidente interino.

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