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Un reciente estudio con ratones, publicado en la revista Nature Communications, ha descubierto una posible conexión entre el consumo excesivo de alcohol en mujeres y los efectos del estrógeno, la principal hormona femenina. Los resultados del estudio sugieren que el estrógeno podría jugar un papel clave en el impulso a consumir grandes cantidades de alcohol, particularmente durante los primeros 30 minutos después de que se les ofrece.
La investigación, dirigida por la profesora asistente de farmacología Kristen Pleil, de Weill Cornell Medicine, mostró que cuando los ratones hembras tenían niveles altos de estrógeno, su consumo de alcohol aumentaba significativamente. Este fenómeno fue vinculado a una mayor actividad en el núcleo del lecho de la estría terminal (BNST), una región cerebral asociada con el comportamiento de bebida.
El estudio también reveló que el estrógeno excita directamente las neuronas de esta área del cerebro, lo que genera un aumento rápido y marcado en la ingesta de alcohol en las primeras fases de la exposición. Este hallazgo es significativo, ya que tradicionalmente se pensaba que las hormonas influían en el comportamiento a través de un proceso lento y prolongado de alteración genética, no mediante una activación neuronal rápida.
“Creemos que esta es la primera vez que se demuestra que el estrógeno producido por los ovarios puede usar un mecanismo tan rápido para controlar la conducta», explicó Pleil. El estudio también destacó cómo las mujeres, durante la pandemia, aumentaron más que los hombres su consumo excesivo de alcohol, una tendencia que podría estar relacionada con la influencia del estrógeno.
Además de los efectos inmediatos sobre el consumo, los investigadores plantearon la posibilidad de que, si estos hallazgos se confirman en estudios adicionales, podrían llevar al desarrollo de terapias que inhiban el efecto del estrógeno en las células cerebrales, como una posible solución para tratar el consumo excesivo de alcohol en mujeres.
Aunque el estudio se centró en las hembras, los investigadores también están explorando si el mismo sistema puede influir en el comportamiento de consumo de alcohol en los hombres. En los varones, el estrógeno se genera a partir de la conversión de la testosterona, lo que plantea un área potencial de investigación futura.
Este estudio abre nuevas vías para entender las diferencias de sexo en el consumo de alcohol y puede contribuir a estrategias terapéuticas más personalizadas y efectivas.