Óscar Pérez y su equipo, conocidos por su valentía y lucha, se hicieron famosos en 2017 tras sobrevolar Caracas con un helicóptero y desplegar un cartel que decía: “Artículo 350. Libertad”. Este gesto simbólico fue una llamada de atención al mundo y un clamor por la restauración de los valores democráticos en Venezuela. El artículo 350 de la Constitución de Venezuela establece el derecho a la desobediencia civil contra gobiernos que no respeten los derechos fundamentales del pueblo.
El 15 de enero de 2018, Pérez y su grupo fueron localizados en una casa al oeste de Caracas. Tras horas de asedio por parte de las fuerzas del régimen, y a pesar de que intentaron rendirse, fueron ejecutados sin piedad. La versión oficial del gobierno de Maduro alegó un “enfrentamiento armado”, pero organizaciones de derechos humanos y testigos en el lugar aseguraron que el grupo fue asesinado tras haberse rendido y sin ofrecer resistencia.
La masacre de El Junquito se ha convertido en un símbolo de la brutalidad del régimen de Maduro, que, lejos de buscar una solución pacífica, ha optado por la represión sistemática contra aquellos que se oponen a su gobierno. La ejecución de Óscar Pérez y su equipo representó un punto de inflexión en la lucha por la democracia en Venezuela, evidenciando la profunda crisis política y social que enfrenta el país.
A siete años de este crimen, el recuerdo de estos valientes hombres sigue vivo en la memoria de los venezolanos y en la conciencia internacional. La lucha por la justicia continúa, y el pueblo venezolano sigue exigiendo respuestas sobre este y otros crímenes cometidos por el régimen.
El legado de Óscar Pérez y su equipo perdura como un llamado a la resistencia y la lucha por un futuro libre y democrático para Venezuela. En este aniversario, se reitera el compromiso con la justicia y la dignidad, y se recuerda que la libertad no se conquista fácilmente, pero siempre será una causa que valdrá la pena defender.