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Un reciente estudio liderado por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) ha puesto de manifiesto las disparidades socioeconómicas en la atención sanitaria a mujeres con cáncer de mama en España. La investigación, publicada en la revista BMJ Quality & Safety, es pionera en cuantificar estas desigualdades y resalta que las pacientes de áreas más desfavorecidas tienen menores probabilidades de recibir cuidados acordes con las guías de práctica clínica, lo que impacta negativamente en su supervivencia.
El estudio analizó datos poblacionales de seis registros de cáncer en diferentes provincias (Castellón, Gipuzkoa, Girona, Granada, Navarra y Tarragona). Los hallazgos muestran que las mujeres de áreas desfavorecidas son menos propensas a ser diagnosticadas mediante cribado y suelen presentar la enfermedad en estadios más avanzados.
Además, procedimientos como las biopsias de ganglio centinela y las reconstrucciones mamarias tras mastectomías fueron significativamente menos frecuentes en estas pacientes. También enfrentan mayores retrasos en el inicio de tratamientos esenciales, como la cirugía en los 30 días posteriores al diagnóstico o el tratamiento adyuvante dentro de las seis semanas tras la operación.
Impacto del entorno socioeconómico
El índice de privación del área de residencia, que mide factores como el nivel educativo y la tasa de desempleo, fue clave para identificar estas desigualdades. Según Daniel Redondo, investigador postdoctoral en CIBERESP, este índice permite capturar las diferencias contextuales que afectan el acceso a los recursos sanitarios.
Aunque los tratamientos principales no variaron entre las pacientes, los investigadores señalan que las diferencias en la calidad de la atención podrían deberse a factores complejos y multifactoriales. María José Sánchez, líder del proyecto, subraya la necesidad de investigar más a fondo estas causas para implementar soluciones efectivas.
El equipo de investigación, compuesto por profesionales de epidemiología, oncología médica y ciencias sociales, destaca la importancia de abordar estas desigualdades con un enfoque colaborativo. El trabajo fue financiado por el Subprograma VICA de CIBERESP, la Asociación Española contra el Cáncer y el Instituto de Salud Carlos III.
Este estudio pone en evidencia la urgencia de garantizar que todas las mujeres con cáncer de mama, independientemente de su nivel socioeconómico, tengan acceso a una atención de calidad que cumpla con los estándares establecidos en las guías clínicas. Solo así se podrá reducir la brecha en supervivencia y mejorar los resultados de salud en esta población vulnerable.