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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo un llamado a la Unión Europea (UE) para que se mantenga unida y esté preparada para tomar decisiones clave frente a la amenaza de un conflicto comercial con Estados Unidos. Durante un acto en Madrid, Sánchez advirtió que la imposición de aranceles a los productos europeos, como los que está considerando la administración estadounidense, «no beneficia a nadie» y señaló que la UE debe estar lista para responder ante cualquier eventualidad.
Sánchez destacó que, en un contexto de creciente incertidumbre comercial, es esencial que Europa mantenga su autonomía estratégica, especialmente en sectores clave como la alimentación. «No se puede depender de lo que decida cualquiera en cualquier rincón del mundo», afirmó el presidente.
El mandatario español también hizo referencia a las recientes decisiones de EE.UU., como los aranceles impuestos a Canadá y México, y subrayó las dificultades que enfrentan las cadenas de suministro debido a la guerra en Ucrania y las turbulencias comerciales globales. En ese sentido, insistió en que, en una guerra comercial, «todos perdemos, sobre todo cuando la alimentación está en juego».
Por otro lado, Sánchez reafirmó el compromiso del gobierno español con el sector primario y su disposición a evitar una escalada arancelaria que, según él, «empobrece a todos». La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también ha manifestado la disposición de la UE a cooperar con EE.UU., pero está preparada para llevar a cabo «negociaciones duras» si fuera necesario.
En su intervención, Sánchez también destacó que España continuará liderando el crecimiento económico en la UE en 2025, impulsado en gran parte por el sector agroalimentario. Subrayó que España es la cuarta potencia exportadora europea y la séptima a nivel mundial en este sector, que representa el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) del país y genera 2,9 millones de empleos. Además, agradeció la colaboración en la elaboración de la Estrategia Nacional de Alimentación, una de las prioridades del gobierno para esta legislatura.
Con este plan, España pretende fortalecer la influencia del país en Europa y afrontar los desafíos del sector agroalimentario, que sigue siendo crucial para la economía española.