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En una reciente sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Estados Unidos sufrió un revés diplomático al no lograr imponer su resolución sobre Ucrania. La propuesta estadounidense, que buscaba conmemorar el tercer aniversario de la invasión rusa sin mencionar directamente la agresión de Moscú, fue rechazada en favor de una resolución respaldada por Ucrania y las naciones europeas, que exige la retirada inmediata de las tropas rusas del territorio ucraniano.
La resolución promovida por Ucrania obtuvo 93 votos a favor, 18 en contra y 65 abstenciones, reflejando un menor apoyo en comparación con votaciones anteriores sobre el conflicto. En contraste, resoluciones similares en 2022 y 2023 habían contado con el respaldo de 141 países.
Este episodio pone de manifiesto las crecientes tensiones entre Estados Unidos, Ucrania y sus aliados europeos respecto a la estrategia a seguir en el conflicto. Mientras Washington aboga por negociaciones directas con Rusia, Kiev y las capitales europeas insisten en la necesidad de una retirada total de las fuerzas rusas como condición previa para cualquier diálogo.
La votación en la ONU también evidencia una fractura en la unidad occidental frente a la agresión rusa, en un momento en que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha manifestado su disposición a renunciar a la presidencia si ello facilita la paz y el ingreso de Ucrania en la OTAN.
A pesar de que las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, sirven como un termómetro de la opinión pública internacional y pueden influir en las dinámicas diplomáticas futuras en torno al conflicto en Ucrania.
EFE