El caso involucra la acusación de que ambos, radicados en Southwest Ranches, en el condado de Broward, al norte de Miami, orquestaron un fraude que afectó a varias víctimas. Según informes de los medios estadounidenses, Turner permanecerá bajo custodia federal mientras que Kingston será sometido a arresto domiciliario con vigilancia electrónica.
Además, el cantante deberá pagar una fianza que incluye una vivienda valorada en 500.000 dólares y otros 200.000 dólares en efectivo, como parte de las medidas judiciales adoptadas para su liberación provisional. La sentencia ha generado gran atención debido al perfil público de los involucrados, dejando al descubierto el lado oscuro de la vida de la estrella del hip-hop.