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La salida de Rafael Devers de los Red Sox de Boston a los Gigantes de San Francisco se aclaró este lunes con las declaraciones de Sam Kennedy, presidente del equipo, quien explicó que la decisión se debió a una falta de entendimiento entre la directiva y el jugador.
Kennedy afirmó que, pese a varios intentos de negociación en los que participaron el gerente general Craig Breslow, el manager Álex Cora, el dueño John Henry y él mismo, no lograron encontrar una visión común con Devers sobre el futuro. “Al final quedó claro que no pudimos encontrar alineamiento con Rafael”, dijo.
El presidente del club reconoció que fue una decisión difícil, pero necesaria, para dar paso a una nueva etapa en la organización. El cambio, que incluyó la llegada del relevista Jordan Hicks y el prospecto Kyle Harrison, busca fortalecer al equipo tanto en el presente como a largo plazo.
Además, el periodista Mike Rodríguez confirmó que Devers sí tuvo contacto directo con el dueño John Henry antes del cambio, incluyendo un desayuno privado, desmintiendo rumores de que el jugador habría ignorado a la directiva.
Con la partida de Devers, los Red Sox inician una profunda reestructuración, priorizando la visión del futuro por encima del apego a figuras pasadas.