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Al menos cinco agentes de la ley resultaron heridos la tarde de este miércoles en un tiroteo ocurrido en el condado de York, al sur de Pensilvania, mientras cumplían con una orden judicial en una propiedad residencial. El incidente tuvo lugar en la zona rural de North Codorus Township, y según reportes preliminares, el presunto tirador murió por una herida de bala autoinfligida.
Entre los heridos se encuentran tres oficiales del Departamento de Policía Regional del Norte de York, quienes se encuentran en estado grave, y un cuarto agente del mismo departamento en estado crítico. Además, un oficial del Departamento del Alguacil del Condado de York también fue alcanzado por disparos.
Reacción oficial y despliegue de seguridad
El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, informó que fue notificado del incidente y se dirigía al lugar de los hechos. Por su parte, el vicegobernador Austin Davis instó a la población a mantenerse alejada de la zona mientras se desarrollan las investigaciones.
La escena fue asegurada por agentes del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), quienes colaboran con las autoridades locales y estatales en el proceso investigativo. También se activaron protocolos de seguridad en hospitales cercanos, como el WellSpan York, que confirmó estar atendiendo a dos personas en estado grave relacionadas con el tiroteo.
Contexto del incidente
Según testigos, los agentes fueron atacados mientras ejecutaban una orden judicial. Un vecino declaró haber escuchado al menos 30 disparos, y observó a dos policías tirados en el suelo en una casa de campo. La zona fue puesta bajo orden de confinamiento temporal, que fue levantada cerca de las 5:00 p.m. tras el “todo despejado” emitido por las autoridades.
Este hecho se suma a una serie de ataques recientes contra fuerzas del orden en Estados Unidos, lo que ha reactivado el debate sobre la seguridad de los agentes en operativos judiciales y el acceso a armas de fuego en zonas residenciales.
