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Las fuerzas conservadoras que hasta ahora sostenían a la presidenta Dina Boluarte anunciaron este jueves su intención de destituirla, a seis meses de las elecciones generales de 2026. En el Congreso se presentaron tres mociones de vacancia para declarar su “incapacidad moral permanente”, en medio de una creciente crisis de inseguridad y múltiples investigaciones judiciales.
El detonante fue el tiroteo contra una banda de cumbia durante un concierto en un local militar, que intensificó las críticas sobre la gestión del crimen organizado. Entre los impulsores de la vacancia están partidos como Renovación Popular, Podemos Perú y Acción Para el Progreso (APP), cuyos líderes aspiran a la presidencia. Incluso Fuerza Popular, aliado clave de Boluarte, anunció su respaldo a la destitución.
Boluarte, quien asumió el poder en 2022 tras la caída de Pedro Castillo, enfrenta investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito (caso ‘Rolexgate’), encubrimiento a Vladimir Cerrón, y por haber despachado mientras se sometía en secreto a cirugías estéticas, durante las cuales se emitieron decretos con firmas presuntamente falsificadas.
Desde su llegada al poder, Boluarte ha sobrevivido seis intentos de destitución. Sin embargo, su aprobación se ha desplomado al 3 %, mientras que el Congreso apenas alcanza el 5 % de respaldo ciudadano.
Para que prospere la moción se requieren 87 votos. De lograrse, el presidente del Congreso, José Jerí, asumiría la presidencia interina hasta las elecciones de abril de 2026.
“La vacancia es inminente”, declaró el congresista Jaime Quito, de Perú Libre. Otros legisladores aseguran que los votos ya están alineados, aunque advierten que un nuevo cambio de gobierno podría afectar la estabilidad económica y la inversión extranjera.
La figura de “incapacidad moral permanente” ha sido usada para destituir a los últimos tres presidentes peruanos: Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra y Pedro Castillo. Boluarte podría ser la cuarta en seguir ese camino.
