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La dirección de Junts per Catalunya, liderada por Carles Puigdemont, anunció este lunes desde Perpiñán, Francia, la ruptura del pacto de investidura firmado con el PSOE hace dos años para apoyar a Pedro Sánchez. La ejecutiva aprobó la decisión “por unanimidad”, argumentando incumplimientos del Gobierno:
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Amnistía incompleta para los dirigentes del procés, incluyendo a Puigdemont.
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No transferencia de competencias en inmigración a la Generalitat.
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Falta de reconocimiento de la oficialidad del catalán, gallego y euskera en la Unión Europea.
Puigdemont subrayó que su partido ya no confía en el Gobierno y advirtió que Sánchez podrá mantener “poder y poltrona”, pero “no podrá ejercer el gobierno”. A pesar de la ruptura, no solicitó elecciones ni moción de censura.
La militancia de Junts decidirá esta misma semana, mediante consulta telemática, si ratifica la decisión de la cúpula.
La ruptura deja al Gobierno de Pedro Sánchez en minoría parlamentaria, complicando la aprobación de leyes y presupuestos futuros. Desde el PSOE se ha pedido prudencia y se advirtió sobre el riesgo de un posible gobierno del PP y Vox.
