Un total de 321 pruebas de dopaje fueron aplicadas a choferes del transporte público como parte de los operativos de supervisión y fiscalización, con la finalidad de comprobar que se encontraran en condiciones adecuadas para conducir.
De estas evaluaciones, seis arrojaron resultados positivos. Asimismo, las revisiones técnicas evidenciaron fallas significativas en los equipos de seguridad de numerosas unidades, destacándose la falta de botiquines de primeros auxilios en 781 vehículos.
Inspección y vigilancia del transporte colectivo
Como resultado de estas acciones, se mejoraron los tiempos de los semáforos y la administración del tránsito en 30 intersecciones, además de corregir 80 fallas técnicas del sistema, asegurando un funcionamiento eficiente durante el desarrollo del operativo.
Durante estas revisiones se ordenó la sustitución o reparación de 795 neumáticos, 1,194 luces dañadas o rotas, 1,021 cristales rotos o faltantes y 268 retrovisores ausentes.
Además, se detectaron 197 limpia vidrios faltantes, 165 bómper faltantes, 35 placas erróneas y 99 vehículos en mal estado.
Otras irregularidades motivaron la prohibición de salida de unidades o la sustitución de conductores, incluyendo 61 choferes con licencias vencidas, extraviadas o de categoría inferior, 56 vehículos con seguros vencidos y 41 violaciones a resoluciones del INTRANT sobre neumáticos con tuercas puntiagudas y luces LED.
En cuanto a los dispositivos de seguridad, además de los 781 vehículos sin botiquín de primeros auxilios, se identificaron 702 unidades sin triángulo de seguridad y 697 sin extintor.








