La Alianza por la Democracia (APD) ha expresado su firme apoyo a la República de Cuba, destacando la necesidad de que el país caribeño pueda acceder a combustibles en el mercado internacional para mitigar sus serias fallas en la infraestructura eléctrica. Max Puig, presidente de la APD, emitió una declaración en la que critica las sanciones impuestas, las cuales afectan a más de 11 millones de cubanos.
Puig subrayó que castigar a una población entera por motivos políticos es inaceptable y que no puede ser la norma en las relaciones internacionales. «Las acciones que provocan el sufrimiento de un pueblo no pueden justificarse bajo ningún principio humanitario», declaró.
La organización política insiste en que es urgente que Cuba logre realizar transacciones financieras para adquirir los combustibles necesarios que permitan a su población tener acceso constante a la electricidad, así como obtener repuestos para sus plantas generadoras.
El líder de la APD recordó que Cuba ha estado bajo un bloqueo económico y político por más de seis décadas, un hecho que ha sido rechazado sistemáticamente por la comunidad internacional, incluyendo la República Dominicana, en las votaciones anuales de la Asamblea General de las Naciones Unidas.