En su discurso tras ganar las elecciones de Estados Unidos, el expresidente Donald Trump, se comprometió a cambiar la política exterior de su país, manifestando que, de ser reelegido, su enfoque será evitar los conflictos bélicos. “No voy a iniciar guerras, voy a detener guerras”, afirmó Trump.
Durante un mitin en Carolina del Sur, Trump enfatizó que su objetivo será priorizar la diplomacia y los acuerdos de paz, al tiempo que asegura la seguridad nacional sin recurrir al uso de la fuerza militar. El exmandatario criticó las políticas de intervención global que, según él, solo han servido para crear más caos en regiones como Oriente Medio, y destacó que bajo su liderazgo Estados Unidos logró reducir su presencia militar en conflictos internacionales.
Trump también mencionó que su relación con líderes mundiales sería de cooperación, pero firmeza, destacando que, a su juicio, una postura más fuerte frente a actores como China, Rusia y Corea del Norte es esencial para la estabilidad global. «La guerra nunca es la primera opción, pero estar preparado es clave», señaló.
El mandatario resalta una de las promesas de campaña que Trump ha mantenido a lo largo de los años: reducir el involucramiento de Estados Unidos en guerras extranjeras y evitar la expansión de conflictos armados, un mensaje que ha resonado especialmente con los votantes más conservadores y aquellos que se sienten fatigados por las prolongadas guerras en el extranjero.