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Washington.El cierre parcial del Gobierno al que Estados Unidos podría verse abocado en la medianoche de este viernes al sábado, si el Congreso no llega antes a un acuerdo para ampliar los fondos, podría congelar los salarios de miles de funcionarios, afectar servicios públicos y empañar la recta final del mandato del presidente demócrata Joe Biden, que culmina el 20 de enero.
¿Qué provoca un cierre del Ejecutivo?
El Gobierno solo puede gastar el dinero que ha sido asignado por el Congreso. Si la Cámara Baja y el Senado no alcanzan un acuerdo sobre la ley de presupuestos antes de que expire la actual asignación y no se validan nuevos fondos a corto plazo para cubrir la brecha de financiación, las agencias federales se ven obligadas a cerrar.
¿Qué impacto tiene?
La suspensión temporal de partidas consideradas no esenciales no afecta a todas las agencias por igual. Cada una tiene sus planes sobre cuántos empleados serán suspendidos, cuáles se consideran imprescindibles y seguirán trabajando sin sueldo, o qué actividades se detendrán.
En la práctica, según recuerda la cadena CNN, cientos de miles de trabajadores federales estarían de baja, mientras que otros cientos de miles seguirían trabajando, incluyendo aquellos que garantizan la seguridad en los desplazamientos. Ninguno de ellos recibiría pago durante este tiempo, pero la mayoría recuperaría el dinero de manera retroactiva cuando el Gobierno se reabra.
Los parones anteriores han provocado desde el cierre de museos y parques nacionales hasta la suspensión de inspecciones sanitarias de alimentos o la interrupción de programas de investigación científica, aunque el pago de la Seguridad Social, por ejemplo, no se ve afectado.
¿Cuántos cierres gubernamentales ha habido?
Desde 1976, año en que se aprobaron nuevas leyes presupuestarias, la Administración de EE.UU. ha enfrentado un cierre por falta de fondos en una veintena de ocasiones, aunque la mayoría de estas interrupciones solo duraron un día. El cierre más largo fue de 35 días, ocurrido durante el primer mandato de Donald Trump (2017-2021), justo antes de la Navidad de 2018, debido a desacuerdos entre demócratas y republicanos sobre los fondos para el muro fronterizo. El segundo cierre más largo, de 21 días, ocurrió en diciembre de 1995 bajo la Administración de Bill Clinton (1993-2001).
Algunos cierres han sido tan breves, de solo unas horas, una noche o un fin de semana, que las agencias gubernamentales no llegaron a cerrar completamente.
¿Tienen un coste económico?
El impacto económico de estos parones puede ser multimillonario. El cierre de 2018, provocado por el desacuerdo sobre el muro fronterizo, redujo el PIB de EE.UU. en 11.000 millones de dólares, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. De esa cantidad, 3.000 millones no se recuperaron, recuerda The Washington Post. Además, las empresas pueden enfrentar dificultades para obtener permisos federales, lo que afectaría sus decisiones de inversión y contratación. En caso de un cierre prolongado, los empleados federales podrían limitar su gasto, lo que afectaría a las economías locales, y el sector privado también sufriría si la Administración de Pequeñas Empresas no pudiera aprobar préstamos.
¿Qué ha provocado el actual desacuerdo?
La mayoría republicana de la Cámara de Representantes y la mayoría demócrata del Senado habían alcanzado un acuerdo bipartidista el martes para dotar al Gobierno de nuevos fondos, pero ese pacto fue rechazado el miércoles tras la oposición de Trump, el actual presidente electo, a algunas resoluciones. Los republicanos presentaron un nuevo proyecto unilateral que incluía eliminar el techo de la deuda por dos años, pero no lograron aprobarlo en la votación del jueves debido a disidencias internas.
Si la Cámara de Representantes aprueba un proyecto este viernes, deberá continuar su tramitación en el Senado, donde los demócratas tienen el control, por lo que una propuesta no bipartidista tendría pocas posibilidades de éxito.