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El Ministerio de Transporte de Corea del Sur informó este sábado que las cajas negras del avión siniestrado de Jeju Air dejaron de grabar datos de vuelo cuatro minutos antes del choque contra un muro de hormigón, lo que añade dificultades a la investigación del accidente más trágico en la historia de la aviación coreana.
El siniestro ocurrió el pasado 29 de diciembre en el aeropuerto de Muan, en el suroeste del país, dejando un saldo devastador de 179 personas fallecidas y solo dos sobrevivientes, ambos miembros de la tripulación. El avión, un Boeing 737-800, explotó tras intentar un aterrizaje de emergencia sin activar el tren de aterrizaje ni otros dispositivos de frenado.
De acuerdo con la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTSB), encargada de analizar las cajas negras, las grabaciones de datos de vuelo y las conversaciones en la cabina se detuvieron a las 8:59 hora local, mientras que la explosión ocurrió a las 9:03, tras el impacto.
El piloto del vuelo 7C2216 había emitido una alerta de socorro minutos antes, informando a la torre de control que el avión había sido afectado por el impacto de un ave, lo que habría causado daños en el sistema de la aeronave.
A pesar de la interrupción en los registros de las cajas negras, el Ministerio de Transporte surcoreano aseguró que estas no son la única fuente de información para esclarecer las causas del accidente. Las autoridades están analizando otros elementos clave, como registros de tráfico aéreo, grabaciones de vídeo del momento del impacto y restos recuperados del lugar del siniestro.
Los contenidos de las cajas negras fueron enviados a la NTSB para una doble verificación la semana pasada, buscando claridad adicional en un caso que ha generado amplio escrutinio nacional e internacional.
En respuesta al accidente, la aerolínea de bajo coste Jeju Air anunció una reducción temporal de sus vuelos desde Busan durante el primer trimestre de 2025, con el objetivo de reforzar sus operaciones de mantenimiento. El CEO de la compañía también enfrenta restricciones de viaje, en medio de crecientes críticas a la gestión de seguridad de la aerolínea.
El accidente ha sacudido a la industria aérea surcoreana y ha puesto de manifiesto la necesidad de revisar los estándares de seguridad para prevenir tragedias similares en el futuro. Las investigaciones continúan, con la esperanza de arrojar luz sobre lo sucedido y evitar nuevas pérdidas humanas.
