Header Ad

Categories

Haití recuerda el devastador terremoto de 2010: 15 años después, un país devastado y una tragedia mundial

Getting your Trinity Audio player ready...

El mundo conmemora hoy el 15.º aniversario del terremoto que asoló Haití el 12 de enero de 2010, dejando una marca imborrable en la historia del país y en la memoria colectiva internacional. El sismo, de magnitud 7.0, fue una de las tragedias humanitarias más devastadoras de la historia reciente, cobrando la vida de más de 200,000 personas, hiriendo a unas 300,000 y desplazando a 1.5 millones de habitantes.

El epicentro del terremoto se ubicó cerca de la capital, Puerto Príncipe, donde la destrucción fue masiva. Edificios gubernamentales, escuelas, hospitales e infraestructuras esenciales colapsaron, agravando la ya precaria situación de Haití, considerado el país más pobre del hemisferio occidental.

Entre las víctimas se contaron figuras prominentes, trabajadores humanitarios y personal de las Naciones Unidas, que en ese momento estaban en el país brindando apoyo. La sede de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH) fue destruida, cobrando la vida de decenas de empleados.

El terremoto dejó al descubierto la fragilidad estructural de Haití, tanto en sus edificios como en sus instituciones. La magnitud de la catástrofe impulsó una respuesta humanitaria internacional masiva, con donaciones de países, organizaciones no gubernamentales y ciudadanos de todo el mundo.

No obstante, la gestión de la ayuda fue objeto de duras críticas. La falta de coordinación y transparencia, así como proyectos a corto plazo que no abordaron las causas subyacentes de la vulnerabilidad haitiana, dificultaron los esfuerzos de reconstrucción.

Quince años después, Haití sigue enfrentando las consecuencias del terremoto. Aunque se han logrado avances en infraestructura y vivienda, gran parte del país permanece en una situación de extrema pobreza, agravada por la inestabilidad política y los desastres naturales recurrentes, como huracanes y otros terremotos.

La población haitiana ha mostrado una enorme resiliencia, pero las cicatrices del desastre aún son evidentes. Muchas comunidades todavía carecen de acceso adecuado a servicios básicos, y la reconstrucción de instituciones clave sigue siendo un desafío.

En Haití, la jornada está marcada por ceremonias solemnes en honor a las víctimas. Misas, momentos de silencio y actos comunitarios se llevan a cabo en todo el país para recordar a quienes perdieron la vida y para renovar el compromiso de reconstruir un futuro mejor.

A pesar de los desafíos, el pueblo haitiano mantiene viva la esperanza. En palabras de un habitante de Puerto Príncipe: “El terremoto nos destruyó, pero no apagó nuestra determinación. Seguimos luchando.”

 

Forgot Password

Header Ad
Right Ad
Header Ad