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En la República Dominicana, la vulgaridad y la agresión verbal se han convertido en una práctica alarmante en los medios de comunicación, especialmente en la radio y la televisión. Los recientes incidentes han sacudido el panorama mediático, revelando una tendencia inquietante hacia el uso de lenguaje obsceno y comportamientos inapropiados en vivo.
Un caso particularmente preocupante involucra a panelistas de programas en vivo que, en medio de la transmisión, han protagonizado acaloradas discusiones sobre temas personales, incluyendo infidelidades y relaciones inadecuadas, incluso insinuando casos de incesto. Estos incidentes no solo han generado polémica, sino que también han desatado un debate sobre la ética y el profesionalismo en los medios
Uno de los episodios más impactantes involucra a un programa radial suspendido por cinco días por emitir palabras groseras durante una llamada telefónica en vivo. Este tipo de contenidos no solo afecta la calidad de la programación, sino que también tiene un impacto negativo en la audiencia, particularmente en los jóvenes, quienes son los más susceptibles a estas influencias.
A esta situación se suma el caso de dos comunicadoras que se enfrentaron físicamente en pleno canal de televisión, utilizando un lenguaje vulgar durante el altercado. Estos incidentes reflejan una creciente tendencia a la falta de profesionalismo y respeto en el medio, dañando las relaciones interpersonales y la percepción pública de la ética en la comunicación.
La repetición de estos comportamientos sugiere una normalización de la vulgaridad en los medios dominicanos, lo que plantea serias preguntas sobre el impacto en la audiencia y la calidad del contenido ofrecido. Es fundamental que se tomen medidas para restaurar los estándares de profesionalismo y decoro en la comunicación mediática del país.
