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La República Dominicana atraviesa un punto de inflexión en su desarrollo como hub emergente de innovación. Los nuevos datos del CARIBEquity Regional Ecosystem Report 2025 revelan una realidad que, aunque conocida por los actores del ecosistema, ahora queda validada con evidencia: el país posee el pipeline de startups más grande y con mejor desempeño del Caribe. Sin embargo, esta ventaja convive con desafíos estructurales que podrían limitar su evolución natural hacia convertirse en una fábrica regional de scaleups.
Este análisis busca interpretar los hallazgos del reporte para comprender dónde estamos, qué nos falta y qué decisiones permitirán convertir este momento en una década de crecimiento acelerado. Acá comparto 7 puntos clave del estudio:
El pipeline de startups más robusto del Caribe… pero aún subdesarrollado
CARIBEquity confirma que la República Dominicana cuenta con 24 startups tecnológicas validadas, el número más alto de toda la región analizada. Esta cifra no es accidental: responde a un proceso progresivo donde programas de aceleración, hubs universitarios, instituciones públicas y nuevas comunidades tecnológicas han creado un flujo constante de ideas e iniciativas emprendedoras.
De 3,900 ideas iniciales, surgieron 818 proto-startups, de las cuales 157 llegaron a incorporarse formalmente y solo 24 demostraron tracción y validación suficientes para posicionarse como startups tecnológicas activas. De ellas, seis levantaron rondas seed y una alcanzó Serie A en el periodo 2025–2031.
Sin embargo, existe un dato crítico:
0.21 startups por cada 100,000 habitantes, una cifra 60 veces por debajo del promedio global para ecosistemas en fase de activación (12.1).
En otras palabras: producimos volumen de ideas, pero no suficientes empresas sostenibles.
El talento está, las iniciativas también; falta aún transformar esa energía en densidad real de startups.
Aceleración efectiva: el punto más fuerte del país
Un hallazgo sorprendente del reporte es que el 60% de las startups aceleradas en el país obtienen capital de seguimiento, lo que triplica el promedio caribeño (18%) y supera estándares de mercados emergentes.
Este dato tiene implicaciones profundas:
- La aceleración dominicana funciona.
- Los programas locales sí preparan a los fundadores.
- Existen metodologías que generan startups invertibles.
El reto ahora es escalar ese modelo, expandirlo territorialmente y alinearlo con estándares internacionales en gobernanza, métricas, preparación financiera y diseño de producto.
El país con mayor actividad ángel… pero con un ecosistema de capital aún inmaduro
En materia de capital temprano, la República Dominicana se posiciona como la isla con mayor actividad ángel formal, gracias a:
- Redes como Enlaces y Altio Capital
- Family offices estadounidenses y latinoamericanos que ya co-invierten
- Startups dominicanas que vuelven de aceleradoras globales con rondas precomprometidas
Sin embargo, persiste una paradoja:
el grueso del capital sigue siendo extranjero o diaspora-led, mientras que muchos inversionistas locales mantienen patrones de evaluación provenientes del sector inmobiliario o bancario—altamente aversos al riesgo.
Esto genera tres problemas estructurales:
- Tensiones en valuaciones y gobernanza.
- Rondas más lentas y más dilutivas.
- Incapacidad para formar portafolios diversificados a escala.
Si el país aspira a convertirse en un hub regional de Series A, será indispensable incorporar LPs dominicanos y modernizar la lectura de riesgo.
Talento dominicano: maduro, experimentado y alineado con estándares globales
Contrario al mito de que “faltan emprendedores”, los datos muestran lo contrario.
El talento fundador dominicano presenta rasgos superiores al promedio regional:
- Edad promedio: 36.4 años, es decir, profesionales ya curtidos.
- 77% con dos o más años de experiencia en la industria, lo que significa que muchos emprenden desde el conocimiento del problema.
- 67% de los equipos son tech + business, cifra casi idéntica al estándar global (68%).
Esto sugiere algo importante:
El reto no es el talento.
El reto es el sistema que rodea al talento.
Regulación: el mayor cuello de botella
Uno de los indicadores más preocupantes del estudio muestra que:
El 90% de las startups dominicanas se incorporan en Estados Unidos (Delaware).
No es una preferencia, es un mecanismo de supervivencia para acceder a capital, protección legal y estructuras flexibles.
El ecosistema nacional sigue atrapado en:
- Muchos días de trámites para constituir una empresa
- 7 procedimientos obligatorios
- Un régimen fiscal diseñado para empresas tradicionales
- Rigideces laborales incompatibles con startups
Frente a esto, la propuesta de Ley de Innovación—que incluye sandbox regulatorio, incentivos fiscales, ESOP y modernización mercantil—representa una oportunidad histórica.
Si se implementa bien, podría revertir la fuga de incorporación e impulsar la formalización local de startups.
El país con mayor mercado interno del Caribe y mejor puente hacia LATAM y EE. UU.
La República Dominicana posee un activo que pocos reconocen:
11.5 millones de consumidores, el mayor mercado de toda la región caribeña.
Esto le otorga una ventaja estratégica:
- Permite probar productos a escala real sin salir del país.
- Facilita modelos cross-border con LATAM por idioma y cultura.
- Atrae inversión extranjera que busca masa crítica de usuarios.
- Permite convertirse en “mercado puente” entre el Caribe y América Latina.
Actualmente, el 38% de las exportaciones tecnológicas dominicanas ya son internacionales, principalmente hacia mercados hispanohablantes y comunidades latinas en Estados Unidos.
Esta proyección puede potenciar al país como un centro regional de escalamiento.
Conclusión de CARIBEquity: el país está listo, pero falta el marco adecuado
El reporte lo resume en una línea contundente:
“La República Dominicana tiene el talento, el pipeline y los primeros cheques.
Ahora necesita regulación pro-emprendimiento y capital local para convertirse en la fábrica de scaleups del Caribe.”
Esta frase sintetiza la brecha actual entre potencial y realidad.
El país tiene todos los componentes para liderar la región: densidad de ideas, talento maduro, capital temprano en crecimiento y un mercado grande.
Pero carece de elementos que he comentado en diferentes espacios:
- Un marco regulatorio competitivo
- Capital local sofisticado
- Un sistema unificado de soporte (ESOs, fondos, academia, Estado)
- Transparencia en métricas y gobernanza
El futuro se definirá por la capacidad de cerrar esas brechas en los próximos 24 meses.
Hacia una fábrica de scaleups: una visión país
Como arquitecto de ecosistemas y gerente de innovación en PROMIPYME, he tenido la oportunidad de observar y construir el sistema desde dentro. Lo que revela CARIBEquity no es solamente un diagnóstico: es una hoja de ruta para transformar la República Dominicana en un motor de innovación capaz de competir globalmente.
El ecosistema dominicano necesita un salto estructural que incluya:
- Profesionalizar y financiar a las ESOs
- Modernizar nuestra regulación
- Coordinar inversiones públicas, privadas e internacionales
- Diseñar rondas semilla caribeñas
- Formar talento en finanzas, propiedad intelectual y expansión internacional
- Crear instrumentos de deuda y equity adaptados a startups tempranas
- Alinear academia, gobierno y sector privado en métricas comunes
Y, sobre todo, adoptar una mentalidad orientada al crecimiento regional y no solo nacional.
La próxima década será decisiva para determinar si la República Dominicana se convierte en:
- un ecosistema funcional con startups aisladas, o
- la fábrica de scaleups del Caribe, conectada a LATAM, EE. UU. y el mundo.
Los datos ya nos dijeron qué necesitamos.
Ahora corresponde diseñar, ejecutar y sostener la visión.








