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En el último debate presidencial, Kamala Harris y Donald Trump se enfrentaron en una intensa discusión sobre la economía de Estados Unidos. Harris no dudó en criticar la gestión de Trump, subrayando los problemas económicos y de salud pública que, según ella, marcaron su presidencia. «Trump dejó el país con la tasa de desempleo más alta desde la Gran Depresión y una crisis sanitaria sin precedentes. Su legado es un ataque sin igual a nuestra democracia», afirmó Harris.
Harris sostuvo que su administración está dedicada a reparar el daño dejado por la administración Trump y acusó al expresidente de no tener un plan económico claro para el futuro. «Estamos enfocados en solucionar el desastre que nos dejó, mientras Trump aún no ha presentado una propuesta sólida», destacó.
Trump, por su parte, rechazó las críticas y se distanció de las acusaciones sobre el llamado «Proyecto 2025», al que Harris ha vinculado con sus planes futuros. «Ella sabe que no tengo nada que ver con ese proyecto. Mi plan es claro: reducir impuestos y fortalecer la economía, como lo hicimos antes de la pandemia», replicó Trump.
El expresidente criticó la administración actual por su falta de una estrategia económica efectiva y acusó a Harris de copiar las políticas de Biden. «Ella no tiene un plan propio y ha replicado las propuestas del actual gobierno. Mi plan se basa en recortes fiscales y medidas para impulsar la economía», aseguró Trump.
Harris, por su parte, criticó las propuestas de Trump, sugiriendo que su plan aumentaría la inflación y empeoraría la situación económica. «El plan de Trump solo beneficiará a los ricos y hará que la inflación aumente. Mi propuesta es construir tres millones de nuevas viviendas y restaurar el Crédito Tributario por Hijos para ayudar a las familias estadounidenses», prometió Harris.
Trump también presentó su visión económica, que incluye la ampliación de recortes fiscales y la deportación masiva de indocumentados, una medida que, según algunos economistas, podría afectar negativamente al mercado laboral. Además, propuso aumentar los aranceles sobre productos importados, especialmente de China, para reducir el déficit y financiar recortes fiscales, aunque expertos advierten que esto podría elevar los precios para los consumidores.
El debate dejó en claro la polarización entre los candidatos, con visiones económicas divergentes que prometen marcar el rumbo de la próxima contienda electoral.