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Buenos Aires. La tasa de desempleo en Argentina se mantuvo casi sin cambios durante el segundo trimestre del año, alcanzando un 7,6%. Esta cifra, similar a la del primer trimestre, refleja una realidad laboral complicada, caracterizada por la disminución de empleos formales y un incremento notable del trabajo precario, en un contexto económico en contracción.
De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la reducción en la tasa de desempleo fue mínima, con solo 0,1 puntos porcentuales menos que en el primer trimestre. Sin embargo, comparado con el año anterior, la cifra aumentó en 1,4 puntos, evidenciando un deterioro en el mercado laboral que no se veía desde 2021.
La actividad económica también se vio afectada, con una caída del 1,7% en el producto interno bruto (PIB) durante este periodo. Sectores clave como la construcción, la industria y el comercio enfrentaron contracciones severas, lo que influyó directamente en la generación de empleo.
El informe destacó que, en las 31 áreas urbanas más grandes del país, se contabilizaron 1.088.000 desocupados. En contraste, los empleos formales cayeron en 100.000, situándose en 6,2 millones, mientras que los trabajos informales aumentaron en la misma medida, alcanzando los 3,6 millones, lo que representa un preocupante 36,4% del total de asalariados.
A su vez, los trabajadores independientes también crecieron, pasando de 3,3 millones en el primer trimestre a 3,5 millones en el segundo, lo que sugiere una tendencia hacia el autoempleo en medio de la crisis.
El informe también reveló que el 16% de los ocupados busca un segundo empleo, reflejando la insatisfacción con los ingresos y la necesidad de complementar sus salarios en un contexto de alta inflación, que se situó entre 271,5% y 289,4% interanual.
Los datos de la Secretaría de Trabajo corroboran la tendencia negativa, mostrando que a finales de junio había 10,109 millones de empleos registrados, lo que significa una pérdida de 256.000 puestos en el primer semestre.
Este panorama evidencia la complejidad del mercado laboral argentino, donde la estabilidad en la tasa de desempleo oculta un aumento preocupante de la informalidad y el trabajo precario.
