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La canciller de Haití, Dominique Dupuy, ha emergido como una figura clave en el debate sobre las políticas migratorias de la República Dominicana, ganándose el apodo de “Dama de Hierro” en el ámbito diplomático. Con tan solo 34 años, esta exreina de belleza ha transformado su imagen angelical en una poderosa voz de protesta.
Desde que comenzó su mandato, Dupuy ha intensificado sus críticas a las acciones de su vecino dominicano, argumentando que las medidas tomadas contra los migrantes, especialmente los haitianos, son discriminatorias y carecen de humanidad. En un tono contundente, la canciller no ha dudado en calificar estas políticas como “deshumanizantes” y en desacuerdo con los estándares internacionales de derechos humanos.
A través de su cuenta de X, Dupuy ha denunciado las recientes redadas y deportaciones, afirmando que estas acciones son una violación grave a la dignidad humana. “Lo que estamos presenciando es una afrenta a nuestros principios y valores. La comunidad internacional debe unirse para condenar estos actos y exigir un trato justo y humano para todos”, subrayó la canciller.
El ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Roberto Álvarez, ha recibido la advertencia de Dupuy con cautela, ante la creciente presión de la canciller haitiana que sigue defendiendo con fervor los derechos de sus compatriotas.
