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Un terremoto de magnitud 4,4 sacudió la periferia de Nápoles, en el sur de Italia, la noche del 12 de marzo de 2025, con epicentro en la caldera volcánica de los Campos Flégreos. Aunque el sismo provocó el pánico entre los residentes, no se reportaron daños importantes, aunque sí algunos incidentes menores que requirieron intervención de los servicios de emergencia.
El terremoto, uno de los más fuertes registrados en la zona en los últimos años, se produjo a la 1:25 a.m. (00:25 GMT), con un epicentro situado entre las localidades de Bagnoli y Pozzuoli, a una profundidad de solo 2 kilómetros. El temblor causó que muchas personas en Nápoles y sus alrededores abandonaran sus hogares como medida de precaución y se refugiaran en las calles.
En Pozzuoli, el único daño significativo ocurrió cuando el techo de una casa se derrumbó. Los bomberos lograron rescatar a una persona que resultó levemente herida. En Bagnoli, varios cascotes cayeron sobre coches estacionados, pero no hubo víctimas. Además, algunos residentes de una casa en esa zona quedaron atrapados cuando las puertas no se abrieron debido al movimiento sísmico, y fueron rescatados por los bomberos.
Debido a los daños menores, las autoridades decidieron cerrar las escuelas de Bagnoli para evaluar la seguridad estructural de los edificios. El alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, y el alcalde de Pozzuoli, Luigi Manzoni, coordinaron las labores de respuesta y atención a la población. Manzoni indicó que la situación era de alta actividad, pero que, por el momento, no se observaban problemas graves en la ciudad de Pozzuoli.
El fenómeno sísmico también provocó alteraciones en el tráfico ferroviario regional, con la suspensión de la línea Villa Literno-Nápoles San Giovanni Barra y retrasos en las rutas Nápoles-Salerno y Nápoles-Roma, a medida que se realizan verificaciones técnicas para garantizar la seguridad de los viajeros.
Los Campos Flégreos son una zona volcánica activa conocida por sus frecuentes terremotos debido al fenómeno del ‘bradisismo’, que provoca un aumento en el nivel del suelo debido a la acumulación de gas y magma en las profundidades de la Tierra. Un sismo similar de magnitud 4,4 ocurrió el 20 de mayo de 2024, el más fuerte registrado en la región en los últimos 40 años.
A pesar de la magnitud del sismo, las autoridades informan que no hay señales de erupción volcánica, pero advierten que podrían producirse nuevas sacudidas en las próximas horas.